sábado, 22 de julio de 2017

Envidio la suerte del sol

Qué suerte tiene el sol, que te despierta
con sus besos de luz por la mañana
haciéndolo a través de tu ventana,
que suele estar de par en par abierta.

Los dirige a tu boca y siempre acierta
dejándolos en esos labios grana,
en donde la ambrosía a chorros mana
y allí con sumo gusto los inserta.

Si pudiera eso mismo realizar
lo haría con placer y sin parar
incluso hasta llegar a la locura,

siendo así el más feliz de los mortales
al no haber en el mundo dos iguales,
por su belleza y singular dulzura.


Envidio la suerte del sol cada vez que te cubre.

Autor:  Cristino Vidal Benavente

Y te encontré

Y te encontré….
En la fina hila invisible del pensamiento,
donde el tiempo y la mirada es una sola,
donde el amor une y ata,
en esa melodía que tiene suspiros de alcoba.

Y te encontré….
Paloma mensajera,
en el ósculo del tiempo donde vibra mi amor,
donde mi amor y el tuyo traspasan distancias,
donde las distancias se desvanecen sobre escarchas de nieve y de sal.

Y te encontré…..
En la suavidad de una caricia,
el beso deshojado de una flor.

Emperatriz y dulce amapola
reina del infinito,
ubre de miel, labra mi aliento.

Tengo los días contados….
los efímeros momentos deslizados
en la hebra de tu voz que seduce mi sueño.

Heme aquí lámpara de oro, sutil embajadora de pasiones….
Mi piel se estira y se eriza, es un fuego inacabable
un martirio hermoso es sufrir a tu lado mil delirios……

Fundemos Sodoma, aniquilemos la carne
que queden despojos de nosotros,
que se llene la Ciudad de cuervos y que ruja un lamento grande.

Que tu cuerpo torture mi cuerpo
que dance la oscura sombra del infierno en nuestro lecho.
Que Babilonia a lo lejos tiemble por la marchita luz del sol.
Que la luna florezca irradiando en tu piel,
mientras yo decoro con mis yemas
el equinoccio de tu vientre húmedo.

En el centro de tu fruta
escribiré mi más sublime poesía.
Con la tinta de mi boca esculpiré en tu mármol la palabra "Amor".

Entre versos y manzanas llenas de miel y azúcar
bañare tu silueta con espigas de trigo y nieve.
Y de los tesoros de Poseidón extraeré
las más finas joyas para cubrir tu vergel por mil lunas.


Y te encontré entre versos

Autor: 
Tony Jeferson Cedeño Andrade
Ecuador.

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